El uso de aerosoles o inhaladores en niños asmáticos eleva un 50% el riesgo de caries

Los niños asmáticos o con problemas respiratorios crónicos, tratados con aerosoles, tienen un 50% más de posibilidades de padecer caries que aquellos otros que no sufren esta patología. Se ha comprobado que existe una relación directa entre la medicación inhalada y los daños dentales sufridos por estos niños. Asimismo, cuanto más tiempo esté tratándose un niño asmático con aerosoles, más graves serán las caries.

Durante tres años, el odontólogo Luis Corpas y la higienista dental Consuelo Ruiz, expertos en salud pública oral, han estudiado a un centenar y medio de niños de 7 años, de los que 18 (15 niños y 3 niñas) estaban siendo tratados, desde hacía tres años, con corticoides y broncodilatadores inhalados, debido a sus problemas respiratorios o asmáticos. Al final, los investigadores concluyen que ‘los niños con patologías respiratorias tratados con aerosoles necesitan una atención dental preventiva, prácticamente, desde los primeros meses de vida, si es que se les quiere evitar sufrimientos posteriores y daños difícilmente reparables en su dentición’, explica Concepción Ruíz. ‘Las caries son más profundas que en niños normales, llegan a la pulpa, y en casi todos los casos es necesario practicar la endodoncia’, añade la higienista.

Entre las causas de esta mayor prevalencia de caries en niños con problemas respiratorios crónicos, Ruíz apunta la menor producción de saliva (un 26% menos) y la disminución del pH salival, debido a la utilización prolongada de inhaladores, con un mayor ataque ácido sobre los dientes causando las caries.

Corpas y Ruíz han realizado el estudio en el ámbito de la Zona Básica de Salud de Antequera (Málaga). En Andalucía, la prevalencia de caries entre la población infantil de siete años es del 53%. Pero cuando se trata de niños asmáticos, la patología afecta a más del 90%. Los investigadores malagueños han comprobado, incluso, que en aquellos niños enfermos en los que el tratamiento con aerosoles venía prolongándose desde hacía cuatro años todos tenían caries.

Corpas y Ruíz proponen un protocolo de prevención de caries que deberá aplicarse desde el mismo instante en que el pediatra detecte en el bebé un problema de asma o respiratorio.